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El verano no solo nos agota a nosotros: también pone a prueba nuestros electrodomésticos. Las altas temperaturas hacen que trabajen más horas, consuman más energía y, si no se les da un buen mantenimiento, se reduzca su vida útil. En zonas especialmente calurosas o con alta humedad, el riesgo aumenta todavía más.
Aquí tienes los aparatos que más sufren durante la temporada de calor y cómo puedes cuidarlos para evitar averías costosas.
Frigoríficos y congeladores
El motor del frigorífico trabaja sin descanso en verano para mantener una temperatura interna estable, sobre todo si abrimos la puerta con frecuencia o guardamos comida caliente por descuido. Esto provoca un aumento del consumo eléctrico y del desgaste del compresor.
Cuida tu nevera así:
- Separación adecuada: deja al menos 5 cm entre la parte trasera y la pared para que el aire circule.
- Ubicación estratégica: evita colocarlo junto a hornos, microondas, radiadores o ventanas con sol directo.
- Mantenimiento del condensador: limpia el polvo de la parte trasera o la rejilla inferior un par de veces al año.
- Carga correcta: no lo llenes en exceso, pero tampoco lo dejes vacío; un frigorífico bien cargado mantiene mejor la temperatura.
Aires acondicionados
En verano trabajan muchas horas seguidas, lo que puede provocar sobrecalentamiento, acumulación de suciedad en los filtros y desgaste prematuro del ventilador o compresor.
Evita problemas así:
- Limpieza mensual de los filtros: mejora el flujo del aire y reduce el consumo.
- Temperatura moderada: mantenerlo entre 24-26 ºC es más eficiente y evita esfuerzos innecesarios al equipo.
- Mantenimiento preventivo: haz una revisión profesional antes de la temporada alta para comprobar la presión de gas y el estado de las conexiones eléctricas.
- Evita arranques y paradas constantes: mantenerlo encendido a temperatura estable consume menos que apagarlo y encenderlo rápidamente.
Lavadoras y lavavajillas
Aunque el calor no es su principal enemigo, en verano solemos usarlos más por la frecuencia de lavados de ropa y vajilla, y eso incrementa el desgaste de motor, bomba y resistencias.
Protegelos así:
- Programas cortos y fríos cuando no sea necesaria una limpieza intensiva.
- Limpieza de filtro y goma de escotilla cada mes para evitar obstrucciones y malos olores.
- Evita sobrecargas: respetar la capacidad máxima evita vibraciones y daños mecánicos.
- Secado al aire: en el caso del lavavajillas, abrir la puerta tras el ciclo para reducir la humedad interna y evitar la acumulación de moho.
Hornos y microondas
Con el calor del ambiente, sus componentes internos se calientan más rápido, lo que puede afectar al termostato, ventiladores y circuitos eléctricos.
Consejos:
- Ubicación con espacio libre: deja unos centímetros a cada lado para la salida del calor.
- Evita usos intensivos seguidos: si necesitas cocinar varios platos, deja enfriar el aparato entre usos.
- Enfriado seguro: deja la puerta abierta para ayudar a disipar el calor, siempre que no haya niños pequeños cerca.
- Limpieza regular: los restos de grasa y comida pueden sobrecalentarse y dañar el interior.
Consejo final
Un mantenimiento preventivo antes y durante el verano puede ahorrarte averías costosas, reducir el consumo eléctrico y alargar la vida útil de tus electrodomésticos. Prestar atención a la ubicación, la limpieza y el uso moderado son claves para que resistan mejor las altas temperaturas.
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