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Las placas flexinducción son una verdadera revolución en la cocina porque antes de su aparición solo existían dos maneras de preparar la comida: con el gas o el calor de la vitrocerámica. Esta tecnología es novedosa porque crea un campo magnético que sirve para calentar la comida del interior de un recipiente.
La inducción permite que los alimentos que contiene una sartén o una olla se calienten de forma rápida y segura. Es un método más efectivo y seguro que una vitrocerámica tradicional o a gas. Como los inductores son independientes aportan la potencia de forma homogénea.
Nada mejor que una zona de flexinducción donde cada cocinero o ama de casa pueda marcar sus propios límites. La opción de activar diferentes niveles de potencia y controlar la temperatura según el uso es toda una ventaja. Hay diferentes niveles de programas según el plato a preparar.
Hay varias razones por las que instalar esta tecnología, no obstante, destacamos las principales:
Esta alternativa se trata de una solución ideal para las personas que usan mucho la cocina y tienen que cocinar varios platos a la vez. Sobre todo es muy recomendable en los restaurantes u hoteles.
La mayoría de los usuarios que han comprado estas placas destacan los beneficios de la programación y sus diferentes funciones. Por ejemplo, la opción Sprint permite acelerar el calentamiento.
Otro aspecto importante para muchos usuarios es la función de limpieza y mantenimiento porque se bloquea el control durante unos segundos. Esto permite limpiar los líquidos y grasas que se derraman mientras se cocina.
En definitiva, esta tecnología confiere muchos beneficios y ventajas en la cocina. Una auténtica novedad que favorece la preparación de los platos de forma óptima y segura.